Incipit liber Abraham iudei de natiuitatibus.
Impressu Venetijs: arte et inpensis Erhardi ratdolt de augusta, Anno salutifere incarnatiõis dñice M.CCCC.LXXXV, nona kalendas Ianuarij [= 24 de diciembre de 1484; pero 24 de diciembre de 1485, según ISTC y otros].
8º mayor; 30 h.: ilust.; las ilust. son grabados xilográficos con figuras geométricas de carácter astronómico; datos de impresión tomados del colofón; 20×14 cm.— Encuadernación moderna artística en piel, con caja de piel.
No en Palau. ISTC ia00009200. GW 113. HC 21. Goff A7. IBE 3. BS 2017 nº 16.
De Nativitatibus es la traducción al latín del Séfer haMoladot (‘Libro de los nacimientos’), uno de los principales tratados astrológicos de Abraham ibn Ezrá, escrito en los primeros años de su estancia en diferentes ciudades de Provenza (1148-1158). Al igual que algunas otras obras científicas de Ibn Ezrá fue tempranamente traducida al latín, y en este caso también al francés, lo cual contribuyó de forma notable a su gran difusión en la Europa medieval y renacentista. En el Libro de los nacimientos, Ibn Ezrá explica las teorías fundamentales para determinar el futuro de una persona analizando la posición de los cuerpos celestes en el momento de nacer.
La presente edición, primera y única del siglo xv, es la de la traducción latina de Henry Bate (1246-1310) que incluye diversas aportaciones propias sobre la astrología árabe medieval. Este hermoso incunable, impreso en Venecia por Erhard Ratdolt en letra gótica, con 33 líneas por página, lleva grabados en madera 33 bellas capitulares y 16 diagramas, incluyendo uno con la representación de un astrolabio con el movimiento de los astros y planisferio con las elípticas.
Este ejemplar lleva al inicio dos hojas manuscritas cuyo texto trata sobre los relojes y los cálculos horarios incluido, suponemos, por su interés para la correcta representación de las cartas astrológicas.
Abraham ibn Ezrá, destacado intelectual judío andalusí conocido también como Abenezra, nació hacia el año 1089 en Tudela (Taifa de Zaragoza) y falleció hacia 1164, posiblemente en Calahorra (Reino de Castilla). Fue uno de los más importantes, prolíficos y polifacéticos autores judíos de la España medieval, y el más importante de los científicos hispanojudíos del siglo xii en su doble faceta de creador y de transmisor. Destacó en poesía, exégesis bíblica, gramática, matemática, astronomía, astrología, filosofía y medicina.
Considerado uno de los más grandes poetas hispanohebreos de su generación, escribió poesía, tanto profana como religiosa, en un hebreo de gran belleza.
Sus comentarios a la Biblia, que abarcan casi la totalidad del texto sagrado, siguen, al igual que otros muchos comentaristas hispanohebreos, un método racional basado en el conocimiento científico de la lengua hebrea, la lógica y la filosofía. Destacan por su erudición y originalidad, y su empleo de métodos gramaticales para la exégesis del sentido del texto preludia la actividad de la crítica textual moderna. Se le considera uno de los más notables exégetas de todos los tiempos.
Hacia 1140 decide abandonar Sefarad iniciando un largo vagabundaje por tierras del norte de África, Italia, Francia e Inglaterra antes de intentar regresar a la península, sin que haya constancia de que efectivamente pudiera haberlo conseguido.
Abraham ibn Ezrá se convirtió, pues, en un sabio errante, generalmente bien recibido en las diferentes comunidades judías gracias a su saber y su fama. Allí donde se establece se dedica a enseñar y a escribir. Su labor docente, su obra científica y sus traducciones contribuyen a difundir en Europa, tanto entre los judíos como entre los cristianos, la ciencia y la cultura árabe y el saber oriental en general.
En el ámbito específicamente judío, hace de transmisor de las obras de los judíos de Sefarad escritas en árabe que él mismo traduce al hebreo. Lo mismo cabe decir de sus importantes tratados dedicados a la lengua hebrea que, al estar escritos en hebreo, permiten a los judíos de la Europa cristiana acceder a los avances en los estudios de filología hebrea realizados por los autores judíos de Al Ándalus, cuyas obras fueron escritas en árabe.
Son sus tratados científicos y astrológicos los que tuvieron una mayor influencia y trascendencia más allá del ámbito estrictamente judío. Algunos de sus trabajos fueron traducidos al latín difundiéndose ampliamente entre los científicos de Europa; esto, y su labor de traducción de obras del saber árabe al latín (u otras lenguas), fueron determinantes en la transmisión de la matemática, la ciencia, la astronomía y la astrología de los sabios musulmanes y judíos de Al-Ándalus a la Europa cristiana.