
Sin sinagogas, sin colegios judíos, sin yeshivot, una importante comunidad judeoconversa sefaradí estuvo en La Habana desde sus inicios.
A Cuba arribaron cientos de judíos con nuevos nombres cristianos y debieron mantenerse así pues estaba prohibida la entrada de judíos al Nuevo Mundo.
Fuente: https://www.radiosefarad.com